viernes, 23 de abril de 2010

La Coppa Nostra

El tetra de la “Azurra”. Llegó sin el cartel de candidato y se llevó la corona. Apoyado de su poderosa historia, la escuadra dirigida por Marcello Lippi tocó el cielo en Berlín. Luego se 24 años, Italia conseguía el título mundial. Con la solidez defensiva que caracteriza al “catenaccio”. La madurez de un conjunto que llegó a Alemania decidido a conseguir lo impensado. Teniendo como baluarte al mejor jugador del torneo, según la FIFA, el cual curiosamente no fue un hombre de ofensiva si no el encargado de evitar los ataques. El capitán Fabio Cannavaro, conocido como el guapo. El capo de la defensa y de la escuadra. Una defensa tan sólida que sólo recibió 2 goles en contra durante el torneo. (Un autogol de Zaccardo)



El encargado de detener los disparos fue el heredero de el gran Dino, para los amigos. Zoff para la leyenda. Gianluigi Bufón, un portero que otorga seguridad y experiencia. Un equipo maduro que sale de memoria. Si la solidez defensiva fue el punto más alto del equipo, este necesitaba de un conductor, el jugador diferente que necesita toda campaña. Y el equipo lo encontró en Andrea Pirlo. El diez retrasado. El mejor jugador del campeonato en mi opinión. Pensante y distinto. Inteligente y decisivo.

Como actores del reparto, el equipo se apoyo en las grandes figuras de los exquisitos Totti y Del Piero. Geniales jugadores que tuvieron su revancha con la Azurra. Y el aporte del gol de los hombres de avanzada. En el momento justo; Toni, Inzaghi, Iaquinta y Gilardino. Profesionales del gol. El carácter lo pusieron Gattuso, De Rossi y Materazzi. Hombre fundamental en la final, porque anotó el empate y sacó del partido al genio francés Zidane. En un hecho olvidable para el fútbol.


                                                           


Solidez y madurez

Una campaña para el recuerdo en donde diez jugadores anotaron goles. Un equipo basado en la armonía de la experiencia y la experiencia de un técnico ganador como Lippi. Ghana, EEUU y Republica Checa, las víctimas del grupo. Australia en octavos y Ucrania en cuartos. El anfitrión que caía en su suelo, la final adelantada del torneo. En el partido más emotivo, Italia sacó la historia. Y en la final de Berlín, el destino tenia decidido, con la expulsión de Zidane, que la noche sería Azurra. Arrivederci.

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